martes, 24 de febrero de 2009

Subjetividades

A mi no me suele importar lo que dice la gente sobre mí o sobre lo que hago.
Pero sí me importa lo que dice MM. Ella, la que me conoce desde que eramos púberes, de ella sí me importa todo.

MM conoció a T. Y me pinchó el globo.

Es verdad, es un gil.

Pero es como un clavo que intenta sacar a otro clavo pero ya esta re oxidado. Es lo que tengo hasta que consiga algo mejor.

Es como estar laburando en un call center.

domingo, 22 de febrero de 2009

T

La luz era tenue y la música era suave. Los tres estábamos inmersos en una conversación sobre la vida. En un momento ellos dos se pusieron a discutir sobre un tema sin sentido. Ella hablaba y T escuchaba.
Yo ya estaba fuera del tema con la mente en blanco. Solo los veía debatir enérgicamente.
La vi a ella.
Y lo vi a él. Lo miré, inmerso en la situación.
Desde afuera. Como algo lejano. Que aún no era parte de mí.
Como un hombre y no como un amante.


“Qué persona hermosa”, pensé.

“Hermoso y mío”

sábado, 21 de febrero de 2009

...

Ya no quiero escribir sobre PP.
No me hace falta.
No hay más catarsis.


Creo que anoche me enamoré.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Parecidos

Estabamos sentados en un cantero en frente de la fiesta.
Charlando como siempre de banalidades, bueyes perdidos, y de vez en cuando de un poco de filosofía.
La noche estaba hermosa. Alrededor había gente, pero la justa.
Mientras el me hablaba de algo me puse a observarlo.


"Es igual a Lisandro*. El bigote, el bigote garpa"


Y me puse contenta. La comparación fue inversa. Lisandro no es parecido a PP. PP es parecido a Lisandro.

Segundo punto conquistado de la noche: ahora es otro. Ya no lo reconozco en mí.

(*) Tengo una obsesión con Lisandro Aristimuño. Grave. Adolescente.

sábado, 14 de febrero de 2009

Investir de sentido

En mi cabeza la fija idea de la fiesta. La invitación. ¡Qué nivel de madurez! Pero es muy rápido creo. Este maldito vestido. De vuelta. No quiero que él esté en el. Llenándolo de su significación. Pero estoy tranquila. No va a pasar. Este vestido es de alguien más. Lo sé.
Otra vez: taxi. El tipo de sensaciones que surgen en la mente cuando se viaja en taxi sola y de noche; una reflexión interna coloreadas con las luces de la urbe. Tengo puesto el vestido. Pienso en el, pienso en la persona que me hizo encontrar el vestido. Estoy tranquila. Hoy es otra noche. Hoy es otra vida. Hoy somos otras personas.


PP
¡Qué buen vestido!

CC
¡A ver la entrada!


Y ningún otro pensamiento se me cruzo por la mente en ese momento. No le di importancia, estaba disminuido. Otro será el que lo valorice. Y otro será el que vea lo que yo quiero mostrar.




miércoles, 11 de febrero de 2009

Los diseños del amor *

Las ultimas 2 relaciones que tuve estuvieron vinculadas en un principio con un alguna prenda/accesorio de mi guardarropa.

El primer objeto en cuestión era un collar de tela roja trenzada que lo hice con mis propias manos.

La primera victima cayó, creo, por el color. Algunos "expertos" en psicología del color afirman que el color rojo transmite "deseos sexuales". Ok. Buenisimo. Después hablamos.

Esas semanitas que duro el affaire, el collar se convirtió en una especie de fetiche.

Lo que ocurrió despues es que el collar se me perdió. No aparecía. Por ningun lado. Lo busque durante semanas, de arriba a abajo, en la heladera, en el canasto de las papas, en el sótano.

Obviamente, como es característico en mi, lo registre en la web. A la semana mi mamá lo encontró debajo del acolchado de mi cama. Me lo arrojó al grito de "¿qué es este trapo?"

Luego de 2 o 3 días concrete salida con sujeto número 2. Cita a ciegas. ¿Cómo nos reconocemos dos personas totalmente extrañas en calle Corrientes un domingo a la noche? "Ponete el collar rojo" me dice él.

La cuestión es que ahora hay otra prenda. Y un sujeto número 3.

Hace 2 semanas estuve buscando desesperadamente un vestido de seda negra que me había comprado en una súper rebaja. Divino. Seda natural. Negro. Corto. A mitad de precio. No lo había usado ninguna vez. Otra vez: buscando en la heladera, en el inodoro, en la mesa de luz, en el pallier. Nada.

Coincidentemente hace 2 semanas que estamos tratando de concretar una salida con sujeto número 3. Yo no puedo, el no puede. Yo tengo el parcial mas largo de mi vida, el tiene trabajo. Así, 4 ó 5 veces.

Hoy encontré el vestido hecho un bollo de baba de bombyx mori debajo de una caja en un placard que uso como depósito de materiales.

Y hoy el sujeto número 3 me volvió a posponer la salida para mañana.

¿Será que siempre tengo que encontrar algo muy perdido para empezar a salir con alguien? ¿Será mañana? ¿O será esta la excepción?

Toda una metáfora: perder y encontrar. Todo el tiempo.

(*)"Los diseños del amor" es un capítulo del libro Diseño.com de Néstor Sexe.

lunes, 9 de febrero de 2009

Hoy lo ví

Le terminé vendiendo el cartelito con leds que yo le había pedido a mi hermano que vive en el extranjero. Le va a dar mejor uso que yo. Quería aprovechar para cerrar algunos conceptos.

No pudimos cruzar una palabra.

No vino solo.

Ya fué, se lo digo por messenger.

Me llamó el chico de la Cigale para ver la peli maratónica que nadie me quería acompañar a ver al Malba. Qué loco.

Obviamente no pude. Nunca puedo. Bad timing.