domingo, 5 de abril de 2009

Comedia romántica pochoclera

Cual película de Julia Roberts posmoderna, este blog ha generado y suscitado una cuestión problemática en cuanto a relaciones sentimentales se trata.

Sí, ha llegado a manos incorrectas y una de las personas en cuestión lo leyó. Lo malo es que ya no se trata del pasado, sino del presente.

El chico se entera que todo lo que ella habia dicho y hecho era mentira, pero no, en realidad ella se terminó enamorando pero al muchacho le importa un carajo, solo siente dolor y tristeza y ya no quiere verla. Ella decide tomarse un avión a Kirkistan, y en el momento en el que se sube a la manga del avión, el aparece a los gritos buscándola porque se dió cuenta de que es verdad, y SI!, la ama.

Acá sucedió algo parecido pero sin aviones y sin mentiras existenciales.

T llegó al blog de alguna manera que ni siquiera quiero conocer.

Y empezó el nudo/desenlace.

A los días necesitaba hablar conmigo seriamente. Lo primero que pensé fué:

"Leyó el blog"

Sospecha confirmada. Estaba destruído y yo me di cuenta de muchas cosas. Sí, es verdad, en un principio lo tenía como un clavo. Pero ya no. Pensé cómo me hubiese sentido si él me dejaba esa noche que vino a hablar: devastada.

Despues de las explicaciones correspondientes nos abrazamos en la noche, con la ciudad eufórica bajo nuestros pies y el bandoneón de Astor de fondo. Sentí dolor. Tristeza. Hice un Mea culpa apoyando mi cabeza en su hombro. Me entregué a él y deje que él entre a mí. Por primera vez.

Y creo que lo más importante fue que la balanza se equilibró: el bajó un poco la vertiginosidad emocional y yo le dí un poco más de potencia. Aprendí que lamentablemente son en este tipo de situaciones espantosas en que uno se da cuenta de donde esta realmente parado.

Asi que creo que la medida que voy a tomar es la más sana:

No escribir en este blog mientras yo esté en pareja.

Esencialmente porque ya no tengo el corazón roto.

Sabrán de mí cuando me atraviese otro puñal.

Saludos y buenos amores.

martes, 24 de marzo de 2009

Temor

No quiero romper un corazón.

Pero creo que debo.

martes, 24 de febrero de 2009

Subjetividades

A mi no me suele importar lo que dice la gente sobre mí o sobre lo que hago.
Pero sí me importa lo que dice MM. Ella, la que me conoce desde que eramos púberes, de ella sí me importa todo.

MM conoció a T. Y me pinchó el globo.

Es verdad, es un gil.

Pero es como un clavo que intenta sacar a otro clavo pero ya esta re oxidado. Es lo que tengo hasta que consiga algo mejor.

Es como estar laburando en un call center.

domingo, 22 de febrero de 2009

T

La luz era tenue y la música era suave. Los tres estábamos inmersos en una conversación sobre la vida. En un momento ellos dos se pusieron a discutir sobre un tema sin sentido. Ella hablaba y T escuchaba.
Yo ya estaba fuera del tema con la mente en blanco. Solo los veía debatir enérgicamente.
La vi a ella.
Y lo vi a él. Lo miré, inmerso en la situación.
Desde afuera. Como algo lejano. Que aún no era parte de mí.
Como un hombre y no como un amante.


“Qué persona hermosa”, pensé.

“Hermoso y mío”

sábado, 21 de febrero de 2009

...

Ya no quiero escribir sobre PP.
No me hace falta.
No hay más catarsis.


Creo que anoche me enamoré.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Parecidos

Estabamos sentados en un cantero en frente de la fiesta.
Charlando como siempre de banalidades, bueyes perdidos, y de vez en cuando de un poco de filosofía.
La noche estaba hermosa. Alrededor había gente, pero la justa.
Mientras el me hablaba de algo me puse a observarlo.


"Es igual a Lisandro*. El bigote, el bigote garpa"


Y me puse contenta. La comparación fue inversa. Lisandro no es parecido a PP. PP es parecido a Lisandro.

Segundo punto conquistado de la noche: ahora es otro. Ya no lo reconozco en mí.

(*) Tengo una obsesión con Lisandro Aristimuño. Grave. Adolescente.

sábado, 14 de febrero de 2009

Investir de sentido

En mi cabeza la fija idea de la fiesta. La invitación. ¡Qué nivel de madurez! Pero es muy rápido creo. Este maldito vestido. De vuelta. No quiero que él esté en el. Llenándolo de su significación. Pero estoy tranquila. No va a pasar. Este vestido es de alguien más. Lo sé.
Otra vez: taxi. El tipo de sensaciones que surgen en la mente cuando se viaja en taxi sola y de noche; una reflexión interna coloreadas con las luces de la urbe. Tengo puesto el vestido. Pienso en el, pienso en la persona que me hizo encontrar el vestido. Estoy tranquila. Hoy es otra noche. Hoy es otra vida. Hoy somos otras personas.


PP
¡Qué buen vestido!

CC
¡A ver la entrada!


Y ningún otro pensamiento se me cruzo por la mente en ese momento. No le di importancia, estaba disminuido. Otro será el que lo valorice. Y otro será el que vea lo que yo quiero mostrar.




miércoles, 11 de febrero de 2009

Los diseños del amor *

Las ultimas 2 relaciones que tuve estuvieron vinculadas en un principio con un alguna prenda/accesorio de mi guardarropa.

El primer objeto en cuestión era un collar de tela roja trenzada que lo hice con mis propias manos.

La primera victima cayó, creo, por el color. Algunos "expertos" en psicología del color afirman que el color rojo transmite "deseos sexuales". Ok. Buenisimo. Después hablamos.

Esas semanitas que duro el affaire, el collar se convirtió en una especie de fetiche.

Lo que ocurrió despues es que el collar se me perdió. No aparecía. Por ningun lado. Lo busque durante semanas, de arriba a abajo, en la heladera, en el canasto de las papas, en el sótano.

Obviamente, como es característico en mi, lo registre en la web. A la semana mi mamá lo encontró debajo del acolchado de mi cama. Me lo arrojó al grito de "¿qué es este trapo?"

Luego de 2 o 3 días concrete salida con sujeto número 2. Cita a ciegas. ¿Cómo nos reconocemos dos personas totalmente extrañas en calle Corrientes un domingo a la noche? "Ponete el collar rojo" me dice él.

La cuestión es que ahora hay otra prenda. Y un sujeto número 3.

Hace 2 semanas estuve buscando desesperadamente un vestido de seda negra que me había comprado en una súper rebaja. Divino. Seda natural. Negro. Corto. A mitad de precio. No lo había usado ninguna vez. Otra vez: buscando en la heladera, en el inodoro, en la mesa de luz, en el pallier. Nada.

Coincidentemente hace 2 semanas que estamos tratando de concretar una salida con sujeto número 3. Yo no puedo, el no puede. Yo tengo el parcial mas largo de mi vida, el tiene trabajo. Así, 4 ó 5 veces.

Hoy encontré el vestido hecho un bollo de baba de bombyx mori debajo de una caja en un placard que uso como depósito de materiales.

Y hoy el sujeto número 3 me volvió a posponer la salida para mañana.

¿Será que siempre tengo que encontrar algo muy perdido para empezar a salir con alguien? ¿Será mañana? ¿O será esta la excepción?

Toda una metáfora: perder y encontrar. Todo el tiempo.

(*)"Los diseños del amor" es un capítulo del libro Diseño.com de Néstor Sexe.

lunes, 9 de febrero de 2009

Hoy lo ví

Le terminé vendiendo el cartelito con leds que yo le había pedido a mi hermano que vive en el extranjero. Le va a dar mejor uso que yo. Quería aprovechar para cerrar algunos conceptos.

No pudimos cruzar una palabra.

No vino solo.

Ya fué, se lo digo por messenger.

Me llamó el chico de la Cigale para ver la peli maratónica que nadie me quería acompañar a ver al Malba. Qué loco.

Obviamente no pude. Nunca puedo. Bad timing.

jueves, 29 de enero de 2009

Espíritu ausente

Cayó el sol. Marianito esta con la novia. No quiero ver a nadie, no puedo llorar si estoy con alguien.
Cierro la puerta tras de mí; veo la casa sola. Vacía. Nadie me pregunta de donde vengo. Nadie me pregunta que hice hoy. Intento buscarla en algún recoveco, sentirla, abrazarla. Pero no está.
Entro a su habitación. Mamá tenía una biblioteca por la cual yo nunca tuve algun interés. Abro un libro de Borges. Esta lleno de anotaciones al margen, frases marcadas, reflexiones. Hasta hay trozos de papel con notas y mi nombre escrito muchas veces. Sigo buscando y encuentro viejas cartas a familiares, papeles viejos. Detrás de mí esta todavía el perchero con sus abrigos.
Haber vivido estos meses con mi mamá en el hospital y tratando de encargarme de todo fue duro. El trabajo, la facu, no podía parar, no debía. Por lo menos Marianito la acompañaba cuando se podía.
Durante este tiempo me entere de muchas cosas de mi madre y de nuestro pasado. Qué secuelas habían quedado en su cuerpo después de aquel primer cáncer que tuvo cuando estaba embarazada de mí. Ella lo sabía, pero nunca nos lo quiso decir. En realidad no contaba mucho sobre su salud. Su prioridad era, creo, vernos sin preocupaciones.
26 años. Es lo que vivió después de aquella vez. Veinte le habían dicho los doctores. Pero vivió hasta que yo cumplí 26.
Se fue preparando, nos fue preparando. Nos dejo listos. Para seguir viviendo sin ella. Pequeñas anotaciones en los rincones de la casa. “Hay que regar las plantas 2 veces por semana” cuelga en la cocina. Me decía siempre: “Tenés que hacer lo que te gusta, esa es la única clave”, pues ella sabía que la vida era corta.
Cómo quisiera haber pasado más tiempo con ella. Haber charlado más. Escucharla cuando se sentaba al lado mío mientras yo pintaba. Ella era mi catarsis cuando lo necesitaba. ¿Y ahora a quién le voy a contar que perdí a mi mejor amiga?
Ella no podía responder la última vez que la ví. Pero se que me escuchaba. "Te quiero mucho. Sos la mejor mamá del mundo". De alguna manera me sonreía.
Se que esta en paz. Esta tranquila en algún lugar. Porque hizo todo lo que tenía que hacer, esa misión que tenía en el mundo, la concluyó.
Soy solo yo la que sufro. La extraño. Mamá tenía que irse. Pero me dejó tanto; me hizo fuerte. Y lo se recién ahora.

Hay muchas formas de corazones rotos. Hay algunas que perturban la mente y el alma, y hay otras en que la pérdida si bien provoca una profunda tristeza, uno esta tranquilo porque en algun lugar del éter esta esa persona que lo acompaño y te enseñó toda la vida de algun modo te cuida mientras descansa. Creo que a diferencia del primer caso en el que el tiempo termina curando, uno siempre va a extrañar a la persona que dio toda su vida por uno.

martes, 27 de enero de 2009

Por la mañana

No quiero admitir que te extraño. No quiero admitir que todavía estas ahí. Se que en tu corazón hay otra persona, pero mientras tanto yo intento sacarte con uñas y dientes del mío sin resultados aparentes aún.

No me gusta decir que hiciste conmigo lo que quisiste. Porque lo hiciste pero yo estaba en el partido también.

Volvimos porque queríamos estar juntos. Pero yo siempre supe que sería no abandonada, sino reemplazada.

Las vueltas de la vida que hacen que 2 personas tan diferentes estén juntas. Fue un largo proceso en el que aprendí mucho, pero en momentos me duele que haya sido de vos. Ojalá me las hubiese mostrado alguien más.

Estuve tratando estos días sacarte de mi ser, pero se me turba la mente. Intento desde todos los flancos. Sé que en algún momento se va a resolver. Al fin te voy a liberar de la carcel oscura de mi interior. Pero son estas las instancias en que salen los demonios, no paran, todos los días, día y noche, sola, con gente. No puedo parar.

Quisiera poder parar de pensar. Trato de dejar mi mente en blanco pero hay como un sello de agua con tu rostro. Todo se tiñe de vos, todo se relaciona con vos. Vas a estar ahí un rato largo.

Hace unos días estaba llena de odio. Odio porque te extraño y no quiero hacerlo. Odio porque me rompiste el corazón y la confianza. Odio porque me di cuenta de lo falso que había en mucho de lo que vivimos. Pero el odio y la ira oscurecen la conciencia haciendo que una se llene de sentimientos negativos que terminan consumiendote. Como un virus. Decidí solo estar triste. Muy triste.

No podría verte. Sí hablarte. Me quebraría en miles de pedazos. Intentaría sacar palabras de mi boca entre medio de llanto, ira y desesperación.

Pero nada tiene sentido. ¿Para qué? ¿Qué se gana? A veces pienso que en algun momento de mi vida te voy a cruzar de nuevo. No se cual va a ser mi reacción; tal vez en un mes, tal vez en un año, tal vez en una vida.

La vida es así, hay que resignarse a las malas cosas. Es una pena que esas malas cosas siempre sean un lado de las cosas hermosas.

Quiero reconstruirla. Quiero hacer algo. Quiero alguien que me quiera de verdad. Porque sola no puedo, aunque lo creía.

Me duele el pecho y me turbo. Tu universo se cierra de a poco. Y yo trato de aferrarme a algunas cosas de él pero cuando recuerdo tu situación la impotencia me desgarra el alma.

Hablar en serio



"Estuve con otra chica"


Y se me derrumbó el mundo.

lunes, 26 de enero de 2009

Dormir sola

Con PP no nos veiamos muy seguido. Pero como mínimo una vez por semana. Y así estabamos bien, mejor dicho, el estaba bien, porque nunca quiso que pasaramos mas tiempo juntos. Lo cual me pareció válido en un principio cuando la facultad era para mí un tema complicado.

La cuestión es que estaba dicho que una vez a la semana nos ibamos a ver y dormir juntos.

Yo sabía que el fin de semana lo iba a ver. A veces hasta contaba los días.

Creo que esa sensación tambien ayudaba a que pudiera dormir sola.

Y despertarme con el era tan todo.

Me gustaba verlo dormir y acariciarlo para que se despertara, desayunar juntos.

Pero en la vida hay que resignarse. Y hay que ser mas fuertes por la mañana.

Aclaración

Volví con PP un par de meses despues de haber dejado de vernos. La relación se terminó de vuelta hace una semana.

Línea 152

Divido el camino en varias secciones para que el viaje se me haga mas corto. Desde Alem a Vicente Lopez. Callao, Pueyrredon, Plaza Italia, Carranza, Lacroze, Juramento, Puente Saavedra.

Pero no quiero llegar. Hubiese dado tantas cosas para que ese llamado nunca existiera.
Se en que termina. Todos sabemos. Sabemos para qué estoy yendo.

El fin. De nuevo.

Y esta vez de verdad.