domingo, 22 de febrero de 2009

T

La luz era tenue y la música era suave. Los tres estábamos inmersos en una conversación sobre la vida. En un momento ellos dos se pusieron a discutir sobre un tema sin sentido. Ella hablaba y T escuchaba.
Yo ya estaba fuera del tema con la mente en blanco. Solo los veía debatir enérgicamente.
La vi a ella.
Y lo vi a él. Lo miré, inmerso en la situación.
Desde afuera. Como algo lejano. Que aún no era parte de mí.
Como un hombre y no como un amante.


“Qué persona hermosa”, pensé.

“Hermoso y mío”

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